Aprendizaje transmedia en el mundo real

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En 1965, João Cabral de Melo Neto escribió un clásico de la literatura brasileña, A Educacao pela Pedra, que en traducción libre empieza:

Una educación por la piedra, por lecciones;
para aprender de la piedra, frecuentarla;
captar su voz neutra, impersonal
(por la dicción, la suya, ella empieza sus clases).

El poema sigue hablando de un aprendizaje inspirado en esas formas seculares, llevándonos a mezclarnos con el ambiente (la piedra), hablar su lenguaje silencioso, aprender de ella. «De fuera para dentro» (…) este saber «posee el alma».

Cincuenta y un años separan esa obra de nosotros, del escenario contemporáneo: nunca tuvimos tanta información, y es posible atravesar fronteras, conocer y actuar sin estar físicamente. De 2010 a 2015, saltamos de 400 millones a 3,2 billones de conexiones móviles. En un año y medio, serán casi 2 billones más. Significa que la mayor parte de la población mundial puede comunicarse con otro humano que está lejos (muchas veces solamente por voz y texto, pero puede hacerlo). El 50 por ciento tiene acceso local a internet móvil, todavía hay que considerar que ese porcentaje varía de acuerdo con la región del planeta 1.

Evaluando esos números, nos damos cuenta de que formamos parte de un gran entramado mundial, una cantidad gigantesca de personas, datos, geografías. Que, de alguna manera, estamos usando aparatos parecidos y aprendiendo a compartir nuevos “lenguajes”, como las Apps, experimentando el tener “voz” como nunca habíamos tenido.

En Facebook, se generan 4 millones de posteos por minuto 2! La multiplicidad de temas y autorías podría reunir la biblioteca más grande que la imaginación podría haber creado hace 20, 30 años. Tal vez Borges, lo haya intuído en 1945 3. (La calidad del contenido, en todo caso, la dejamos para otro momento).

Son números que asombran. No son bytes, son seres humanos. O sea, por detrás de esos datos existen personas de verdad, que quieren comunicarse para el mundo. No importa el tamaño de «su mundo» o cuánto más hable u observe, esta persona está en conexión con otra persona. Lo que hace el mundo digital es comunicarnos con el mundo real. De dentro, para fuera. De las pinturas rupestres en las cavernas a la foto en Instagram (que genera 1 millón 700 mil likes por minuto), desde hace millones de años estamos registrando nuestras historias, fascinados por ese arte de contar lo que pasa alrededor o en el mundo (con nosotros y con los otros). En un lenguaje cada vez más diverso en la multiplicidad de plataformas y visiones de mundo que están «accesibles» y en abundancia.

Por eso, estos dispositivos pueden ayudarnos a promover también la mirada hacia lo que está alrededor, explorando un aprendizaje totalmente integrado con el lenguaje de nuestro entorno, llevando la adicción por comunicar a la dicción de nuestro contexto. Sea en las ciudades o en el campo, en la escuela, en el trabajo, en la calle, en la carretera, en nuestro barrio o pueblo, podremos ampliar el aprendizaje para investigar y mezclarnos con lo que está en nuestro entorno.

Hace 8 años apostamos por la tecnología (digital, social) como un instrumento para ampliar visiones del mundo, pero no solo el lejano. El que está cerca. Del que formamos parte cotidiana y materia viva. En 2013 fundamos el primer Appiario en la costa brasileña, hemos comprobado que la narrativa es el hilo para conectar la tecnología con los contextos y hacer de cada uno de nosotros los aprendices y autores del mundo que queremos. Aprender en contexto con la «voz» conectada por la tecnología digital nos permite recolectar estos datos y resignificarlos, con nuestros lenguajes más personales, aprender con sentido, con empatía. No hay manera más transformadora. Si es de piedra «mi universo», de la piedra voy a aprender.

La tierra, el mar y el aire no son apenas los elementos del universo que permiten que los bytes sean intercambiados. Son la fuente para que uno pueda aprender de qué está hecho el planeta (y sus propios «mundos»). Hacer esa inmersión en el mundo real usando las tecnologías sociales y digitales puede promover la resolución de miles de problemas que todos nosotros tenemos en nuestro entorno y, además, acercarnos a esa realidad.

Para nosotros, en Editacuja, escuelas y otros ambientes de aprendizaje deben promover la construcción colectiva del conocimiento. Y esto solo puede pasar cuando abrimos espacios para que la persona explore su mundo con la mirada puesta en descubrirlo, experimentarlo y reinventarlo. Una narrativa infinita como en la biblioteca de Borges, con el propósito claro de aprender para crear nuevas historias, transformadoras de ese mundo real que habitamos.

Regresando al poema, de adentro para fuera, de afuera para dentro, una educación en el mundo, con la voz ampliada por sus múltiples lenguajes. Un aprendizaje transmedia 4, donde el todo es más que sus partes y el mundo real también es una plataforma.

Fuentes

1: https://www.gsmaintelligence.com/, https://www.itu.int/en/ITU-D/Statistics/Documents/facts/ICTFactsFigures2015.pdf, consultadas el 29 de abril de 2016.

2: http://wersm.com/how-much-data-is-generated-every-minute-on-social-media/

3: En referencia a «La biblioteca de Babel», de Jorge Luis Borges, cuando creó su biblioteca infinita.

4: Para conocer un poco más de nuestra visión del aprendizaje transmedia, recomiendo esta entrevista con mi socio, Martín Restrepo. Para saber más sobre los Appiarios, visite nuestro Facebook.

 

Érica Casado / es antropóloga e editora transmedia. Co-Fundadora da Editacuja Editora Transmedia, una editorial brasileña, especializada en innovación social y formación de coautores y contenidos multiplataforma. Ha desarrollado proyectos de mobile learning y aprendizaje transmedia en Brasil, Colombia y Mexico con la editorial, lo que resultó, en 2013, en la creación del Appiario, una red de laboratórios de innovación transmedia, reconocido por el MIT como una de las 10 destacadas innovaciones tecnológicas de Brasil en 2013. En 2015, Editacuja fue nombrada una de las startups educativas más promisoras del mundo en el Global EdTech Awards y llegó a Colombia para continuar generando procesos de transformación real en las comunidades y escuelas a traves del aprendizaje transmedia.

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