Día Mundial de los Docentes

El 5 de octubre de 1966 se firmaba la Recomendación conjunta de la UNESCO y la OIT sobre la condición del personal docente y para conmemorar esa fecha, desde 1994 se celebra el Día Mundial de los Docentes. Desde la Red Latinoamericana de Portales Educativos aprovechamos la ocasión para felicitar a los trabajadores de la educación de América Latina y el Caribe, y contribuir con algunas reflexiones sobre la historia de los grandes educadores de nuestro continente. Sobre el final del artículo pueden encontrar un mapa con links a diferetes artículos de los portales miembros de la Red sobre el tema.

El 17 de septiembre de 1943, en el discurso de instalación de la Universidad de Chile se podían escuchar las siguientes palabras:

“Yo, ciertamente, soy de los que miran la instrucción general, la educación del pueblo, como uno de los objetos más importantes y privilegiados a que puede dirigir su atención el gobierno, como una necesidad primera y urgente, como la base de todo sólido progreso; como el cimiento indispensable de las instituciones republicanas.”

Aquel que las mencionaba era Andrés de Jesús María y José Bello López, ideólogo, fundador y primer rector de la institución, y una de las figuras más destacadas en la historia de la educación americana. La figura de Andrés Bello no solo se destaca por ser uno de los pensadores clave en el siglo XIX sino también porque cruza prácticamente todo el continente. De origen venezolano, el filósofo fue protagonista en las luchas por la independencia de su país, pero es en Chile donde se consolida como protagonista en la historia de la enseñanza, y pieza esencial en el debate por la educación pública que comenzaba a gestarse en América Latina.

En Santiago el camino de Bello se cruzó con otra pieza clave: el argentino Domingo Faustino Sarmiento.

“El poder, la riqueza y la fuerza de una nación dependen de la capacidad industrial, moral e intelectual de los individuos que la componen. Y la educación pública no debe tener otro fin que el aumentar esta fuerza de producción, de acción y de dirección, aumentando cada vez más el número de individuos que las posean.”

Para Sarmiento, educación popular equivale a educar a todo el pueblo: la educación de todos los habitantes es tarea prioritaria para la construcción de la nación. Más allá de que el pensamiento del que fuera Presidente de la Argentina sea complejo de analizar, hay una clave que lo cruza diametralmente, la de la educación y la inclusión.

El mapa de los educadores americanos durante el siglo XIX es heterogéneo, pero parece guiarse constantemente por esta brújula. Desde el liberalismo anticlerical del ensayista ecuatoriano Juan Montalvo Fiallos, férreo  defensor de la democracia y la enseñanza del conocimiento científico, hasta el Padre hondureño José Trinidad Reyes, fundador de la Universidad Autónoma de Honduras, que luchó por el derecho a la educación de los pobres, no sólo en el ámbito de la Fe, militó por los derechos de la mujer y fue un gran divulgador de los ideales de la revolución francesa. Modesto Omiste Tinajeros, el “Padre de la educación boliviana” siguió el mismo camino: dedicó su vida a la educación popular, creando varias escuelas, entre ellas la primera Escuela Normal de Maestros de Sucre.

En México, Gabino Barreda se erigía como principal difusor del positivismo, introduciendo el método científico en la enseñanza elemental y fundando la Escuela Preparatoria Nacional

“La principal y más poderosa rémora que detiene a nuestro país en el camino del engrandecimiento es la ignorancia; la falta de ilustración de nuestro pueblo es la que lo convierte en pasivo e inconsciente instrumento de los intransigentes y parlanchines que lo explotan sin cesar, haciéndolo a la vez, víctima y verdugo de sí mismo.”

La confianza ciega en el rol de la educación para el desarrollo de cada uno de los países era un punto común en el pensamiento de estos primeros grandes educadores. En Costa Rica, Mauro Fernández Acuña, ministro de Educación Pública, es otro gran ejemplo.

“Pensad que es la escuela el lugar en donde debe formarse el ciudadano; allí es donde se aprende a amar la patria y sus instituciones, allí adquiere el sentimiento de la dignidad y el hábito del trabajo y allí es donde se le enseña a pensar y razonar, para no ser más tarde instrumento de pasiones e intereses ajenos, sino el guardián de sus propios derechos.”

Fernández Acuña fue ministro de Educación Pública y en 1886 decretó la Ley General de Educación Común, detonando así la reforma de la educación pública en su país.

La educación gratuita y obligatoria parecía ser el modelo a seguir. José Pedro Varela se basó en estos pilares, sumado al de la educación laica, para presentar su proyecto de Ley de Educación Común en Uruguay. Sus fundamentos teóricos se vieron volcados en el libro “La Legislación Escolar”, donde realizó un análisis de las causas sociales, económicas, financieras y políticas que colocaban al país en una situación crítica y llegó a la conclusión de que era indispensable elevar el nivel de la educación popular si se deseaba superar el estado caótico y desorganizado que caracterizaba a la sociedad uruguaya.

Ya comenzado el siglo XX, y con el sistema educativo impulsado por aquellos precursores que venimos mencionado instalado a lo largo de América Latina y el Caribe, comienzan a aparecer figuras que buscan un giro pedagógico. Uno de los precursores de la corriente llamada Nueva Escuela que comenzaba a surgir fue Ramón Indalecio Cardozo, destacado docente paraguayo y autor de numerosas obras enfocadas al mejoramiento de la calidad educativa de su país.

“La escuela activa toma al niño como niño, no como adulto, y lo deposita en el medio social (…) en contacto con sus semejantes, y le deja para que, de acuerdo con sus intereses propios, se descentre, exteriorice sus instintos, sus inclinaciones y predisposiciones, sus energías biológicas, para ejercitársele las fuerzas y predisposiciones (…)”

Cardozo fue mentor de la reforma en la enseñanza primaria que ubicó al Paraguay entre los primeros países del continente en llevar a la práctica la nueva educación fundada en las escuelas pedagógicas más adelantadas de la época.

Dentro de la misma corriente, aparece en Venezuela la figura de Luis Beltrán Prieto Figueroa, docente y político, que como ministro de Educación impulsó un plan para lograr que el 80% de la población tuviera un espacio en la Escuela Pública.

“El Estado educa, en primer lugar, para que adquieran armóni­co desenvolvimiento las virtualidades positivas del hom­bre (…) la educación pública en todos los grados y for­mas de sus tres ciclos tiene que preparar el espíritu de las nuevas generaciones para que sean capaces de integrarse a la cultura de su época.”

 

La educación debía responder al interés de la mayoría y en tal sentido habría de ser democrática, gratuita y obligatoria combinando la igualdad de oportunidades y la selección sobre la base de las capacidades del individuo.

Quizás el último gran pedagogo que problematizó la educación en América Latina fue el brasilero Paulo Freire.

“Ninguno educa a ninguno, nadie se educa a sí mismo, los hombres se educan entre sí, mediatizados por el mundo.”


Situándose en contra de una concepción de la educación de carácter unidireccional, donde los alumnos son conceptualizados como un recipiente donde se deposita el saber, Freire plantea una perspectiva donde destaca un proceso de diálogo: el educador también es educado, en una relación reflexiva, de ida y vuelta, donde se descarta un lugar de “autoridad”.

La historia de la educación en América Latina y el Caribe es extensa y compleja, y estos son sólo algunos de sus protagonistas. Los invitamos a navegar por los portales que conforman RELPE para poder así ahondar en la vida y las ideas de aquellos que han contribuido a moldear nuestras escuelas, como las conocemos hoy en día.

Puedes hacer click en el mapa y conocer más sobre la vida de todos estos maestros.


Comments
2 Responses to “Día Mundial de los Docentes”
  1. Maritza Cuartas dice:

    Gracias por este lindo homenaje a los educadores y a la escuela en si. En este nuevo mirar desde Cali estamos estableciendo la pregunta: ¿Quién enseña, quién aprende en el Siglo XXI?

  2. Señores Relpe,como hago para inscribirme para obtener información pertinente dice:

    Un saludo fraternal,aunque un poco tarde por el Día Mundial de los Docentes;muy merecido por la loable labor que realizamos.

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