La animación en el aula

La mayoría de nosotros conocemos la animación como una forma de entretenimiento a través de dibujos animados, pero esta también se presenta como una tecnología multimedia con gran potencial educativo que va mucho más allá de simplemente crear figuras de plastilina y cortometrajes. El en blog de TotemGuard, realizaron un excelente artículo donde se desarrolla el uso de la animación en el aula, que compartimos a continuación

En un detallado estudio “Animation as an Aid to Multimedia Learning” (La animación como ayuda en el aprendizaje multimedia) que publicaba el “Educational Review Psychology” se mostraba la efectividad de la animación en estudiantes universitarios, a la hora de memorizar, atender, almacenar y recuperar información adquirida.

Desde el arte, las ciencias y las matemáticas, la animación en el aula puede promover una mejor comprensión de las materias, si lo comparamos con un formato de presentación verbal (dominante en nuestras aulas) y siempre que se utilice bajo ciertas condiciones, según nos indica este estudio.

Las conclusiones son claras y sencillas. La animación mejora el aprendizaje cuando va acompañada de una narrativa informal y ambas, narración y animación, se presentan de forma simultánea. Por otro lado, la música, los sonidos y el texto escrito parecen reducir el aprendizaje por distraer la mente del estudiante. También el impacto es superior en el aprendizaje, cuando el objetivo de la animación es explicar un tema complejo que requiere de una profunda comprensión.

¿Qué materias podemos enseñar a través de este tipo de animación?

Para la sorpresa de muchos, los proyectos educativos con esta técnica de animación van más allá de las asignaturas de plástica y arte. Como docentes podemos crear o buscar animaciones ya creadas, para mostrar a los alumnos un concepto complicado de cualquier asignatura. Como alternativa podemos hacer que sean los alumnos los que creen una animación para documentar un tema. Ejemplos de actividades realizados por docentes:

Lengua: Escribir un poema y crear una animación en plastilina que lo interpreta. Ilustrar letras, palabras de vocabulario, refranes o modismos.

Historia: Representar un evento histórico

Ciencias: Mostrar la densidad de probabilidad de un electrón en un átomo de hidrógeno. Observar el
crecimiento de las plantas o la germinación de las semillas. Documentar la disolución química de diferentes metales en ácidos en el tiempo. Representar el ciclo de reproducción de una rana, etc.

Matemáticas: Explicar el concepto de una fracción. Demostrar cómo trazar las coordenadas. Representar cómo se resuelven las ecuaciones, etc.

Arte: Explicar cómo se combinan los colores. Modelar paisajes. Observar cómo evoluciona una obra de arte (pintura, escultura,…) desde su inicio hasta su acabado, etc.

En el blog de TotemGuard van a poder encontrar muchos ejemplos más, a los que se les suma una lista de técnicas de animación para trabajar en clase. Pueden leer el artículo completo en el siguiente link.


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