Cuando en agosto del 2004, dieciséis Ministros y representantes de los Ministerios de Educación de Latinoamérica, se auto convocaron en Santiago de Chile para firmar el acuerdo que daría origen a la Red de Portales, había dos desafíos claves que debíamos enfrentar.
Uno era el tecnológico. No todos los países tenían igualdad de capacidades para levantar un portal educativo, administrar su desarrollo y dotar, al mismo tiempo, de capacidades tecnológicas a sus sistemas escolares, para permitirles acceder y aprovechar las oportunidades de los Portales Educativos. Tampoco era trivial, en esa época, contar con una herramienta que permitiera efectivamente el intercambio de contenidos y recursos entre nuestros diversos portales.
El segundo era político. ¿Era factible que países diversos, con identidades y perspectivas particulares de nuestra historia, presente y futuro, se pusieran efectivamente de acuerdo en el intercambio y generación de recursos? ¿Cómo estos contenidos educativos, generados fuera de los controles de calidad curricular nacionales, se incorporarían a la vida cotidiana de los docentes y estudiantes?
Ninguno de estos desafíos fue impedimento para que las autoridades tomaran una decisión acertada y fundamental: crear la más importante red de colaboración digital de nuestra región.
Siete años más tarde, es posible afirmar que los desafíos fueron superados y que la decisión de nuestros líderes educativos no solo fue acertada, sino que también visionaria y audaz.
Hoy, necesitamos de esta misma visión y audacia para darle nuevos impulsos y objetivos a la Red de Portales.
En poco tiempo, los contenidos dejaron de ser un bien escaso. Los potentes buscadores disponibles en Internet, se encargan de facilitarnos el acceso a librerías poderosas y diversas. Las taxonomías de búsqueda, con la que los Portales clasifican recursos para guiar a sus usuarios, han sido reemplazadas por una ventana en blanco donde la búsqueda semántica determina el resultado.
Hoy la selección y definición de recursos de calidad, tampoco es atributo de los expertos y especialistas. En el mundo digital, esto se resuelve en ambientes distribuidos y dinámicos. Son los usuarios los que definen a través de sus visitas, comentarios o recomendaciones, qué de la oferta de recursos, es pertinente y adecuado.
Los Portales Educativos deben avanzar hacia nuevas estrategias y formas de generación, selección y clasificación de contenidos y recursos digitales para la educación. El principal capital, para enfrentar este desafío, son las propias comunidades de usuarios que le asignan credibilidad y confianza, a las plataformas educativas que los mismos portales han generado en estos años.
Nuestros sistemas educativos tienen más y mejor tecnología, que la que tenían siete años atrás. Falta mucho por hacer en este ámbito, pero es indudable que hay más y mejor acceso a las herramientas digitales. Y hay mayor diversidad de dispositivos. Conviven en el aula proyectores, pizarras interactivas, netbooks para los estudiantes junto con redes inalámbricas que le dan acceso a Internet a los diversos dispositivos. En cuestión de meses o años, veremos sumarse a esta diversidad, tablets y e-readers que darán mayor acceso y movilidad a los estudiantes y maestros.
Los Portales Educativos deben desarrollar contenidos y recursos, para una nueva generación de tecnologías de acceso y para un número mayor y diverso de usuarios. Probablemente la opción debe ser por la interoperabilidad (los recursos podrán ser accesados desde cualquier dispositivo, transparentemente para el usuario) y por soluciones virtuales que permitan que la experiencia de uso del Portal, sea independiente a la forma como se acceda.
Pero el desafío más complejo en este ámbito, se relaciona con el diseño de ambientes y modalidades de uso pedagógico y aprovechamiento educativo de los recursos. No es lo mismo diseñar recursos para ser consultados por los maestros al momento de planificar sus clases, que diseñarlos para ser usados como herramientas de apoyo al aprendizaje en la sala de clases. Disponer de tecnologías móviles y permanentemente conectadas en el aula, es al mismo tiempo una gran oportunidad y un gran desafío.
Los Portales Educativos, probablemente sufrirán mutaciones en los próximos años. Se articularán con las políticas de provisión de recursos para el aprendizaje (como la integración con los textos escolares). Serán piezas fundamentales, en la dotación de contenidos para iniciativas de un computador por niño. Estarán presentes en estrategias de desarrollo profesional de nuestros maestros. Sus páginas de inicio se modificarán de acuerdo con el comportamiento de los usuarios, entregando nuevos recursos de acuerdo con los intereses de cada uno.
Pero más allá de la actualización tecnológica, los Portales Educativos deben seguir consolidándose como herramientas de políticas educativas de los estados de la región. Deben ser un recurso para la implementación de estrategias de mejoramiento escolar. Esta fue y debe seguir siendo su principal objetivo.
El principal problema de nuestros sistemas educativos, sigue siendo como hace siete años, la calidad de los aprendizajes y las desigualdades que se producen en los resultados escolares que obtienen (o no obtienen) nuestros alumnos y alumnas.
La madurez alcanzada por la Red de Portales, permite entonces abordar esta tarea con urgencia. ¿Cómo los Portales Educativos van a contribuir a mejorar los niveles de logro cualitativo en educación? ¿Cuál será la contribución de estos recurso digitales y en línea, para aportar al principal desafío educativo de la región?
Hay varias alternativas para responder a estas preguntas. Pero todas van a converger en la necesidad de articular a través de la Red de Portales Educativos una nueva Red, la que tenga como propósito y esfuerzo principal los aprendizajes de nuestros alumnos.
Una Red para el Aprendizaje.
Una Red donde las mejores experiencias de diseño instruccional, las nuevas y validadas herramientas de evaluación educativa, los recursos y conocimientos didácticos, junto con la posibilidad de acceder a las mejores tecnologías disponibles, estén disponibles para ser aprovechadas por cualquier estudiante o maestro de Latinoamérica.
Una Red de colaboración, investigación y construcción de soluciones para el aprendizaje, que permita articular esfuerzos de políticas educativas, al mismo tiempo que conecta miles de aulas y experiencias locales de innovación educativa.
En palabras simples, la Red de Portales Educativos está llamada a transformarse en la más importante y efectiva Red para el Aprendizaje de nuestra región. Nada menos, ni nada más.
Hugo Martínez Alvarado
Director Proyectos Digitales
Efecto Educativo