Por Cristóbal Suárez Guerrero. La Zona de Desarrollo Próximo es una categoría pedagógica con la que se puede percibir el potencial educativo de la participación colectiva en red [i]. Para empezar, la acción social con que se puede promover el aprendizaje se puede presentar, sustancialmente, de dos formas básicas. Como guía de un experto o profesor o como cooperación entre estudiantes, pares o iguales. Ambos representan agentes sociales válidos e importantes, pero describen formas de interacción social diferentes que pueden adquirir nuevos matices cuando la red es el entorno de acción.
El primer caso, la guía, consiste en la actividad especializada que brindan una o varias personas de experiencia contrastada, que dominan el contenido y orientan el recorrido del aprendizaje (una persona experta como un docente o tutor). La segunda, la cooperación, entendida como la participación dinámica y recíproca de los que, estando en situaciones semejantes de expectativa sobre el aprendizaje (un par o igual, como un compañero de estudios), comparten y resuelven tareas de aprendizaje a partir de la negociación en torno a una finalidad educativa planeada en conjunto. Las condiciones sociales que brindan un experto y los estudiantes para aprender son, por tanto, diferentes.
El papel del experto está caracterizado como orientación, pues su rol es servir de norte y pauta en el proceso de aprendizaje, confirmando, reforzando o rectificando el proceso de internalización del alumno, ya que su umbral de experiencia está más allá de la experiencia de los alumnos. Esta es la forma básica de interacción educativa es la relación profesor-alumnos.
La cooperación como interacción social, por su parte, sigue otro derrotero. Como describe Bakhtin (1990, 99) acerca de la función de “el otro” –el compañero de estudios- en el proceso de coconstrucción, “¿de qué manera enriquecería el evento si me fusionara con el otro y en lugar de dos ahora sólo hubiera uno? ¿Y qué ganaría yo con la fusión del otro conmigo? Si el otro lo hiciera, no vería ni sabría nada más que lo que yo mismo veo y sé; se limitaría a repetir en él mismo las carencias que caracterizan mi propia vida. Dejemos, en cambio, que siga fuera de mí, pues en esa posición puede ver y saber lo que yo no veo ni sé desde mi lugar y puede enriquecer esencialmente el acontecimiento de mi propia vida”.
Visto así, la cooperación se perfila como un evento muy diferente a la acción del experto e implica el compromiso compartido entre alumnos sobre la tarea de aprendizaje, no una guía, sino una actividad recíproca como rasgo particular. Esta forma de interacción es, como tal, una de las formas plausibles de aprovechar la potencia del desarrollo social en Internet.
Esta diferencia entre guía y cooperación está expuesta en la categoría pedagógica que analiza el papel de la interacción social como agente de desarrollo del aprendizaje: La Zona de Desarrollo Próximo (ZDP). Como se sabe, esta idea original conserva la siguiente forma: La ZDP: “no es otra cosa que la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de problemas bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz” (Vigotsky, 2000, 133).
Entre las muchas interpretaciones y los usos que normalmente se hacen de esta categoría vamos a señalar el valor para la interacción cooperativa entre alumnos. Si descomponemos el concepto de la ZDP tendríamos lo siguiente:
- Primero, la ZDP da cuenta de la diferencia o distancia entre un nivel real de desarrollo y uno potencial viable.
- Segundo, el salto cualitativo está entendido como diferencia de niveles, desde una acción terminal y personal (real) a otra posible y participativa (potencial).
- Tercero, esta distancia entre lo real y lo potencial está concebida en compañía de otros que pueden ser exactamente un guía (adulto o profesor) o en cooperación (compañero); ambos cumplen la función de coadyuvar, ubicar y catapultar el progreso a un nivel o umbral superior –diferente- de desarrollo.
Es decir, el concepto de ZDP implica una actividad social necesaria, una distancia que recorrer entre un nivel real y otro potencial, y una asistencia externa que tiene dos formas.
En ese sentido, comprender el proceso de aprendizaje entre alumnos a través de la ZDP es entender otro ámbito de intersubjetividad distinta a la enseñanza. En esta región de interacción los alumnos no son entes pasivos, sino interlocutores que ayudan, esclarecen, planifican, estimulan, participan, es decir, buscan entenderse e imbricarse entre sí, coconstruyen. En la cooperación cuenta más la implicancia psicológica y la comprensión interna para cumplir con una tarea común de aprendizaje. Crear una ZDP como actividad cooperativa es, ante todo, crear puentes de comprensión y coordinación mutua entre los alumnos.
Al poner de relieve la actividad cooperativa, la ZDP entre iguales se manifiesta como una categoría pertinente para el desarrollo educativo de la interacción social desplegada en red. Por ello surgen otras preguntas:
Si Internet constituye un entramado de acción social y, por ello, un entorno de interacción potencialmente educativo, ¿por qué aprovecharlo únicamente para distribuir información? La pregunta que obliga la Zona de Desarrollo Próximo a la educación en la red es pensar seriamente en ¿qué puede aportar “el otro” al aprendizaje? Esta pregunta define aprender en red [ii].
Cristóbal Suárez Guerrero es doctor en educación, procesos de formación en espacios virtuales por la Universidad de Salamanca y profesor del Departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Universitat de València, España.
[i] ¿Con quién co@prender? http://www.slideshare.net/cristobalsuarez/con-quien-coprender
[ii] Introducción: https://docs.google.com/file/d/0B8Ifbap0mN6jeTZIekJkRVc0T2M/edit?usp=sharing&pli=1
Estimado profesor Dr. Cristóbal es un privilegio analizar este manuscrito científico es obvio que la ZDP debemos estimularla para el desarrollo y la cohesión socio-educativa y nuestro rol debe ser de faro/ brújula que orienten los procesos formativos…Muy agradecido.
Felicito a Cristóbal Suárez por esta aportación tan bien estructurada y esquematizada sobre el tema del aprendizaje en red basado en la interacción social. Leyendo sus palabras y después de haber estado viendo hace un momento algunos vídeos sobre el tema de los MOOCs me ha hecho reflexionar sobre el tema de la evaluación por pares en este tipo de cursos…
Un saludo,
Profa. Rosabel Roig Vila
Universidad de Alicante
Mi enhorabuena por la fundamentación y poner de relieve las posibilidades que se abren al aunar el aprendizaje colaborativo con las nuevas tecnologías a través de las redes sociales.
Mi percepción es que estamos asistiendo hoy, en este 2012 y 2013, a diversas fórmulas educativas que encauzan lo expuesto en el artículo.
Hola estimado Dr. gracias a personas como Ud., comprendo y me convenzo la importancia que tiene el aprendizaje virtual y la colaboración. Éste es un magnífico documento, lo felicito y le agradezco su aportación.