Matices de la robótica educativa en la región
En América Latina la introducción de los conceptos y de los elementos propios de la robótica se están integrando en el ámbito escolar con matices. La organización de competencias locales y regionales, la panificación de políticas de formación docente, la entrega de kits educativos, son algunas de las iniciativas que pueden encontrarse en la región como estrategias de apropiación y divulgación de la robótica como propuesta pedagógica.
Por ejemplo, este fin de semana, Panamá realizará la final de su competencia RoboCup Junior 2015 que contó con la participación de más de 300 equipos de diversos establecimientos. Esta competencia de robótica invita a que jóvenes de entre 9 a 19 años creen sus propios prototipos de robot para competir en las categorías de Danza, Fútbol y Rescate a nivel Infantil y Juvenil.
En esta misma línea, Bolivia incluyó en sus Olimpíadas Científicas una categoría exclusiva para la presentación de trabajos vinculados a robótica. En febrero, cuando celebró la instancia final, se consagraron ganadoras dos alumnas de la Unidad Educativa Franz Tamayo de la población de Ancoraimes, provincia Omasuyos, a tres horas de la ciudad de La Paz. Esmeralda Quispe y Eirika Mamani, de 12 y 11 años respectivamente, desarrollaron un brazo hidráulico con materiales reciclables a partir de la observación de los movimientos de una retroexcavadora. Junto a sus docentes, emprendieron el trabajo de pensar cómo materializar los movimientos mediante elementos robóticos y sistemas de programación y lograron llamar la atención del jurado de las Olimpíadas, quienes les otorgaron el primer premio del certamen.
Una de las barreras con las que se enfrenta la robótica a la hora de pensarla como propuesta pedagógica es su vinculación con conocimientos complejos de ciencia y matemáticas. No obstante, existen experiencias modelo que permiten dar cuenta de que todos pueden estar a la altura de este desafío.
En el MIT, por ejemplo, promueven la enseñanza de la programación y la robótica a través de juegos. Además, otras empresas y organizaciones trabajan con los alumnos más pequeños utilizando circuitos sencillos y elementos cotidianos para explicar algunos de los principios básicos, tales como materiales conductores y no conductores, algoritmos, entre otros. En este video (en inglés), representantes del MIT explican cómo enseñan a los chicos a programar su propio jardín robótico.
Otras políticas apuestan por un cambio integral en los diseños curriculares escolares. Según Claudia Rita Abreu, Directora General de Informática Educativa del Ministerio de Educación (MINERD) de República Dominicana, señaló que la implementación del programa de Robótica Educativa, tiene dos modalidades.
La primera es como método pedagógico innovador para el desarrollo de las ciencias y las matemáticas, en tanto metodología complementaria al desarrollo del STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés)”. La segunda modalidad promueve la realización de talleres de robótica como materia optativa.
“Iremos formando de manera orgánica, es decir, como producto de la modalidad anterior, pero con nuestro acompañamiento. Lo más importante es que se comenzó el proceso con profesores y este mismo año escolar arrancan con los estudiantes. No es algo improvisado, hemos creado una estructura para su desarrollo efectivo. Es un reto grande que nos hemos puesto”, afirmó.
Al igual que sucede con la enseñanza de la programación en escuelas, la robótica educativa está encontrando diferentes puntos de contacto con las culturas escolares y políticas educativas de cada uno de los países de la región. Cada una de las experiencias locales y regionales permiten generar información útil sobre cuáles son las mejores prácticas asociadas a la robótica como propuesta pedagógica, según los contextos, los ámbitos de aplicación y los niveles educativos en los que se la quiera incluir.